El consejero de Salud, Toni Comín, visitó el miércoles Castelldefels y Viladecans para anunciar un nuevo ambulatorio y monitorizar las obras de la ampliación del hospital de este último municipio.
El republicano subrayó que "ha respetado los compromisos" con la localidad, citando las obras del futuro edificio anexo al complejo médico de enfermos agudos.
Lo que olvidó el conseller es citar que la última inversión en Viladecans, el tercer CAP en Torre-roja, lleva cerrado desde febrero y no operará hasta octubre.
Un síntoma nada positivo para un municipio que ha esperado los fondos y atención de Salud durante mucho tiempo.