El nombre que personifica los Juegos Olímpicos de Barcelona es sin lugar a dudas Pasqual Maragall, quien fuera su alcalde. Lideró la ciudad en los años previos, durante los preparativos y en el momento de su celebración, el momento más glorioso del último siglo de Barcelona.

La enfermedad le impide acompañar a los barceloneses, catalanes y españoles en la celebración del 25 aniversario de loa JJOO. Una pena porque nadie se merece más que él participar en la fiesta y porque conseguir aquel sueño generó una etapa de colaboración política que ahora se echa en falta.