La okupación masiva de pisos en el barrio de La Mina de Sant Adrià de Besós (Barcelona) puede tener un componente de corrupción y criminal. No obstante, el alcalde del municipio barcelonés, Joan Callau, no ha conseguido reactivar el plan de derribo del edificio Venus, dejando pisos vacíos en un barrio necesitado durante años.
Ha dejado desprotegidos a los vecinos más vulnerables como primer edil y ha permitido medrar una presunta red de corrupción que el juez deberá verificar si existió y que alcance tiene como vicepresidente del Consorci del Barri de La Mina.
A la sombra de Callau se han enquistado dos problemas, uno habitacional y otro de presunta corrupción y crimen en La Mina. A ello se le añade un tercero de imagen: un alcalde imputado por el caso Marina Besós y un concejal y el gerente del consorcio investigados.