La vecina que ganó el pulso al pirata que le había alquilado la vivienda de La Barceloneta y a la multinacional Airbnb que aceptó el subarriendo como piso turístico tiene mucho mérito. Es un David contra Goliath que ha puesto al descubierto una situación de abuso clarísimo.

No obstante, Montse Pérez ocultó información básica cuando utilizó a los medios para exponer su caso. Es una profesional del sector inmobiliario, lo que no es ni bueno ni malo; solo un dato fundamental para contextualizar lo sucedido.