@cronicaglobal
El consejero delegado del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), Josep-Ramon Sanromà, se ha visto obligado a hacer extraños equilibrios sobre el futuro banco público catalán, que Junts pel Sí y la CUP se comprometieron a crear como parte de los acuerdos sobre el proceso secesionista.
Por un lado, se muestra realista respecto a la necesidad de que esa nueva entidad sea avalada por el Banco de España y la UE, previa aprobación de la nueva normativa europea bancaria. Pero, por otro, asegura que el ICF ya funciona como banco, aunque es evidente que no tiene esa categoría.