Gerard Piqué aparca en zona prohibida
La crisis no entiende de nombres, ni de categorías sociales, ni de éxito. Simplemente es crisis y llega a todos los hogares y personas. Este martes, un Porsche Cayenne llegaba a las 14.15 a una concurrida calle de la parte alta de Barcelona, en los aledaños de la plaza Francesc Macià y cerca de los estudios de Catalunya Ràdio. El Porsche iba conducido por Gerard Piqué y, visto lo visto, la reducción de salarios en el Barça ha debido hacer mella en las cuentas del futbolista --seguro que con la Copa Davis tampoco los beneficios han sido para tanto-- porque lo dejó justo al lado de la terraza de un conocido restaurante de la zona, donde está prohibido aparcar.
Piqué ni siquiera buscó sitio en las plazas de zona azul, y verde, que hay en la zona e hizo caso omiso del párking que se encuentra en la misma calle a unos escasos 30 metros. En la paralela hay otro párking. Dos horas en zona azul cuestan 5 euros. Dejó el coche aparcado, mal aparcado, y los comentarios se desataron en la terraza. Se decía que lo habría dejado por unos minutos ya que accedió a un bloque de viviendas de la calle. No fueron unos minutos, sino algo más. Gerard Piqué volvió a recoger el coche a las 15.55 y cometió otra infracción al dar la vuelta en plena calle. Desde luego, está claro que no es un modelo a seguir por su falta de urbanidad y, además, el pobre ya no tiene ni para párkings. Lo que tiene la crisis.