Una ministra enganchada al teléfono
El Gobierno de Pedro Sánchez está volcado en la evacuación de afganos que quieren huir del régimen talibán. España se ha convertido en un modelo de referencia en un trabajo que resulta casi imposible y se hace contrarreloj: sacar del país a todos los que quieren.
La Unión Europea ha elogiado el trabajo realizado hasta la fecha por el Ejecutivo y el presidente incluso ha llegado a un acuerdo con su homólogo americano, Joe Biden. En el plano político, esta realidad ha dejado sin argumentos al PP en su tarea de oposición al Gobierno de coalición. Con todo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, no ha escondido una realidad terrible a la que también se debe hacer frente. No se podrán sacar a todos los que quieren pedir asilo internacional de Afganistán.
La ministra no solo está de forma permanente en Torrejón de Ardoz, la base militar desde donde se coordinan las operaciones. Usa su teléfono personal para hablar con los ciudadanos afganos que están en Kabul y esperan su evacuación de forma desesperada. Lleva días sin dormir. Todo un ejemplo en una crisis internacional grave.