Normal que Pilar Rahola esté molesta por su despido de La Vanguardia. Su sueldo cienmileurista bien vale ese enfado difundido en redes sociales. El diario que edita el conde de Godó ha decidido prescindir de los servicios de esa escritora y periodista, asidua a toda aquella tertulia que necesite de una representante del activismo independentista más recalcitrante.
Ella dice que el motivo de su cese es ideológico y que la decisión viene desde muy arriba. Cobraba 110.000 euros al año por cuatro columnas semanales, una retribución superior a la del presidente español, Pedro Sánchez. Y, según las malas lenguas, había llegado a cobrar algo más, pero los recortes también llegaron al histórico rotativo, donde Rahola llevaba 14 años escribiendo. Queda por ver cómo queda su colaboración en TV3, pues tal como desvelaron las grabaciones de la operación Voloh, Rahola estaba muy angustiada ante la posibilidad de perder cuota mediática y así se lo expresó a David Madí.