Enric Hernández, director desde septiembre de 2019 de información y actualidad de RTVE, un cargo creado por Rosa María Mateo para que fuera ocupado por él, está en el ojo del huracán. La oposición --sobre todo muy activa la de Vox-- es crítica con su gestión, pero en las últimas semanas el anuncio de cambios ha generado un auténtico tsunami interno. Sindicatos, consejos de informativos, centros regionales, han desenterrado el hacha de guerra contra el periodista catalán y su equipo.
El miércoles se conocerá el alcance de los cambios, pero el goteo ha sido incesante. Xabier Fortes deja Los Desayunos, corresponsales de larga trayectoria serán cesados y una supuesta reducción de los espacios informativos en los centros regionales han desatado una bronca que amenaza la ya frágil estabilidad de esta dirección provisional. Hernández no suelta prenda de cómo quedará todo el cambio profundo que prepara. Lo que está claro es que habrá caras nuevas por la mañana y por la noche, y también en las corresponsalías. La derecha no duda en calificar estos cambios de “purga”.
El ambiente en Sant Cugat del Vallès está enrarecido porque se desconoce el futuro no solo del informativo de las 14 horas, del que ahora se acuerdan los independentistas, sino de Vespre24 y El Debat de la 1. El centro territorial catalán emitirá en la próxima temporada un programa de debates el sábado, y está en el aire la viej idea de hacer un magazine matutino para hacer la competencia a TV3. La respuesta en breve, pero la bronca está asegurada porque el hacha de guerra se ha desenterrado.
El 65% de la plantilla de RTVE votó en contra del nombramiento de Hernàndez, que había sido director de El Periódico de Catalunya y director adjunto de El País en Cataluña. Poco después, Begoña Alegría, directora de informativos, renunció al puesto. Se nombro a Ariza, actualmente corresponsal en París, pero declinó.