Escuchar la entrevista a José Luis Ábalos en Más de Uno esta mañana de jueves da una idea del malestar existente en el PSOE tras el acuerdo alcanzado con EH Bildu en el que se abogaba por derogar la reforma laboral. El ministro de Transportes y secretario de organización socialista se ha desmarcado de este acuerdo sin rodeos: “Yo no estoy en las tareas parlamentarias”, ha cortado. Unas palabras que derivaban --sin demasiados tapujos-- la responsabilidad a Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE.
El ardor guerrero estaba ausente en el tono de voz de Ábalos, pero su declaración parece desvelar que el acuerdo no ha gustado en algunos sectores del PSOE. Primero, por pactar con Bildu; segundo, por dejar al pairo al PSE a las puertas de la campaña electoral y tras el ataque de que fue objeto la vivienda de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, --sin la condena de los radicales independentistas--; y tercero, por reabrir una herida sobre el fondo del debate: si la reforma laboral de 2012 debe derogarse por completo o solo modificar ciertos puntos.
Ábalos no parecía estar cómodo con la pregunta sobre un acuerdo que, además, no era imprescindible para la prórroga del estado de alarma --la abstención de Bildu no era fundamental--. El ministro ha señalado como responsable a Lastra y será ella la que tendrá que dar muchas explicaciones en las próximas horas. Y no serán fáciles.