¿Nos acostumbraremos a las colas?
Por fin, el Ayuntamiento de Barcelona ha reabierto los lugares de recogida de desechos para el reciclaje, los puntos verdes. Lo hizo el lunes, día 13, dos meses justos después de que los cerrara. Durante ese tiempo, el aviso a los ciudadanos colgado en la puerta de entrada anunciaba, con fecha del 16 de marzo, que el servicio permanecería cerrado durante 15 días.
La inmensa mayoría de los barceloneses, acostumbrados ya a hacer colas, han guardado en sus casas los objetos reciclables hasta ahora. En la fotografía que acompaña estas líneas se aprecia la hilera que, 24 horas después de la reapertura, se había formado ante el Punto Verde de la plaza Gaudí, en el barrio de Sagrada Familia. Más civismo ciudadano que transparencia municipal, claramente. El ayuntamiento ni siquiera se molestó en anunciar en su web cuándo procedería a poner en marcha las recogidas: solo hablaba de "nuevo aviso".
Una lamentable oportunidad perdida por un consistorio verde para fomentar el cuidado de la naturaleza entre sus conciudadanos, a los que ha preferido tratar con el españolísimo vuelva usted mañana.
Hay que decir también que durante estos dos meses los servicios de recogida de basuras han tenido que hacerse cargo de los objetos que los barceloneses incívicos abandonaban a la entrada de los puntos verdes, como ha ocurrido con la retirada semanal de muebles, que algunos impresentables dejaban en los alcorques de las calles de la ciudad cuando se había anunciado que el servicio quedaba suspendido.