El conseller de Interior, Miquel Buch, también tiene que cubrir sus necesidades básicas durante el estado de alarma, como es lógico. Y, como buen ciudadano, elige el supermercado más cercano para comprar comida y productos de limpieza. En este caso, ha acudido al Mercadona que tiene a dos pasos de la consejería que dirige.
Con sus guantes y su mascarilla, y vigilado a cierta distancia por un escolta vestido de negro, Buch ha procedido a realizar una compra que encaja en cualquier celebración: nachos, guacamole y hummus, así como fuet. También algo de fruta y productos de higiene para el hogar.
La nota de color la ha aportado la lista de la compra, anotada con un bolígrafo de color rojo. En apenas media hora estaba listo y a punto de regresar a su casa, en Premià de Mar (Barcelona), para estar con su mujer y sus hijos; tal vez para dar un nuevo paseo con ellos.