La solidaridad está provocando situaciones impensables hasta hace muy poco. Empresas de catering que llevan desayunos, cafés e infusiones a los hospitales, pizzerías o restaurantes que llevan comida caliente, entidades sociales que llevan agua o zumos, hasta cafeteras han sido cedidas a algún centro. Todo para el personal sanitario, desde los médicos a las enfermeras, pasando por celadores o personal de limpieza. Las jornadas, en muchos casos de 12 horas, son más llevaderas si tienes un bocado caliente que llevarte a la boca, o un café mientras recuperas fuerzas para el siguiente round.
Hoy, la sorpresa ha saltado en el Hospital General de Catalunya. La pastelería Sabat, muy conocida en Sant Cugat del Vallès dónde está ubicado el centro hospitalario ha enviado pasteles, cocas y diversos tipos de dulces --seguro que no faltan sus famosos rosetones y juanitas-- para provocar una sonrisa en los trabajadores del hospital que, a día de hoy, están atendiendo a más de doscientos pacientes afectados por el coronavirus. Gran gesto del maestro Sabat que fundó su primera pastelería en 1951 y que en 1957 fundó la Escuela Profesional de Confitería y Pastelería, en la que se han forjado muchos maestros pasteleros.