Las relaciones entre Foment del Treball y la vicepresidencia de la Generalitat no pasan por su mejor momento. Aunque las relaciones personales entre Josep Sánchez Llibre y Pere Aragonès son buenas, las políticas están muy alejadas.

El primer encontronazo serio se produjo tras el acuerdo de presupuestos que para la patronal es inasumible porque registra una subida generalizada de impuestos, amén de crear nuevas figuras impositivas. Foment incluso ha puesto en marcha una campaña publicitaria contra el proyecto de la Generalitat.

La última desavenencia viene a cuenta de las medidas económicas que sugiere la patronal para hacer frente a la crisis del coronavirus. En líneas generales, los empresarios piden menos impuestos, ayudas públicas a los sectores más afectados y mayor facilidad para aplicar expedientes de regulación de empleo temporales "que no supongan pérdida retributiva de los empleados". Pero Aragonès ha reaccionado acusando a la patronal de pretender que los trabajadores acaben pagando el pato.