Un grupo de empleados de La Vanguardia cerró Il Giardinetto de Barcelona para despedir a Màrius Carol como director del rotativo. Emotivos parlamentos, agradecimientos mutuos y fiesta hasta última hora con una muy activa participación de Carol, quien, liberado, bailó hasta el final.
Gran celebración con solo una nota negativa: la ausencia de periodistas de la delegación de Madrid, que advertidos por sus compañeros sobre la cita en el local de la capital catalana preguntaron si la empresa se hacía cargo del desplazamiento. Al no ser el caso, nadie de la sucursal madrileña acudió a la despedida de Carol como director de La Vanguardia. Jordi Juan toma el relevo en la tradicional cabecera.