Delirios de grandeza de Javier Faus
Cataluña ahora vive un momento convulso. De la confrontación entre constitucionalistas y secesionistas se ha pasado a una embrionaria etapa de “desinflamación” y, en este panorama, todos los agentes sociales, económicos y políticos preparan su estrategia para conseguir el objetivo perseguido.
Quién saldrá vencedor de este nuevo momento es una incógnita. Algunos quieren apuntarse el éxito de ser los hacedores de un acuerdo --aunque sea lejano y vago--; tratan de tener un protagonismo inexistente para apuntarse un supuesto triunfo y ser el epicentro. Este es el caso de Javier Faus, presidente del Círculo de Economía. “Javi me ha dicho que el discurso que ha hecho el president lo escribió él este domingo”, comenta un asistente a la cumbre convocada por Quim Torra en el Palau para salvar el Mobile en Barcelona.
En un almuerzo con empresarios celebrado la semana pasada, Faus explicó, con pelos y señales, que se le había asignado el papel de relator entre el Gobierno central y la Generalitat, entre ERC y xCat, sin dejar de lado a la alcaldesa Ada Colau. La sorpresa de sus compañeros de mesa fue mayúscula cuando Faus acabó anunciado una cita con Pedro Sánchez esta semana en Madrid, después de sus conversaciones con la Moncloa. “Si es cierto, no se explica”, afirman destacados dirigentes empresariales que asistieron a ese encuentro.
Lo sorprendente es que la reunión en Moncloa teóricamente solicitada por Sánchez (según explicó Faus) no se va a celebrar. Ni siquiera estaba previsto que se viera con el presidente del Gobierno, sino con uno de sus asesores directos. Y, evidentemente, nadie le había otorgado ningún papel protagonista. De hecho, nadie en Moncloa ha mantenido contacto alguno con Faus. El encuentro fue solo la respuesta a una carta remitida por el presidente del Círculo pidiendo audiencia, no la respuesta a una conversación con las altas esferas políticas, según explican desde la sede del Gobierno.
Tampoco en el Palau de la Generalitat ha sentado muy bien la afirmación de Faus de que el discurso de Torra era obra suya. “Los discursos del president se hacen en Palau”, afirmaron con contundencia.
Es positivo que la sociedad civil sea arte y parte en el nuevo escenario político, aseguran fuentes del Ejecutivo. Pero querer ser el protagonista adoptando un papel inexistente no es ni una estrategia ni una táctica, sino delirios de grandeza, le recuerdan al presidente del Círculo de Economía.