El líder de ERC, Oriol Junqueras, es un preso modelo, según los responsables de la cárcel de Lledoners. Colabora en todas las actividades, da clases a los reclusos y mantiene un humor excelente, además de pilotar desde el interior de la prisión un partido clave en la gobernabilidad de Cataluña y ahora también del conjunto de España.
Sin embargo, hay momentos en los que la situación le supera y muestra una exasperación que no cuadra con la imagen del hombre tranquilo y político ponderado que son sus marcas. También hay preguntas periodísticas que le sacan de quicio, que le hacen perder los estribos y contestar como si en vez de dirigirse a un medio de comunicación estuviera en una reunión de partido o en un bar.
Es el caso de la entrevista publicada este domingo en El País que firman Claudi Pérez y Miquel Noguer. Y en concreto de una pregunta que provoca un monumental rebote en el dirigente de ERC, que se destapa con una respuesta impropia del estilo tantos años cultivado. He ahí la pregunta en cuestión y la inopinada contestación:
P: ¿No engañaron ustedes a los catalanes prometiendo una independencia imposible?
R: Y una mierda. Y una puta mierda. Dijimos la verdad: que el procés tenía que acabar en la independencia. Eso se impidió con palizas, cárcel, destituyendo gobiernos y cerrando parlamentos.