El independentismo más irredento lleva una semana muy activa en redes sociales, donde muestra su indignación con dos hechos que han tenido lugar en los últimos días. El primero de ellos es el pacto entre CCOO y CSIF que ha dejado fuera de la junta de gobierno de la UAB a Intersindical-CSC, el sindicato secesionista que impulsa el entorno de Carles Puigdemont y que ha promovido las huelgas independentistas que han tenido lugar en Cataluña en los últimos años, los denominados paros de país.
También se han revuelto contra la decisión de un grupo de 40 familias de la localidad de El Morell (Tarragona) que han recurrido al Defensor del Pueblo para denunciar el adoctrinamiento que sufren sus hijos en el instituto público de la zona. Han presentado una queja ante el “grave alineamiento ideológico de la dirección del centro educativo y de parte del profesorado con los postulados independentistas”, que ha llegado al extremo de realizar encuestas sobre su identificación con el movimiento a alumnos de 3º y 4º de ESO.
Los independentistas más xenófobos han calificado de “colonos” tanto a los sindicatos de la universidad como a los padres de los alumnos que se han movilizado. Para responder lo que consideran que es un ataque a la catalanidad incluso proponen repartir carnés de idoneidad ciudadana, una clara confusión entre lo que es ser catalán y lo que es ser independentista.
Lo curioso del caso es que las mismas cuentas que se lanzan contra los colonos son las que disparan improperios sin tregua a ERC por apoyar al PSOE y que apoyan la estrategia de JxCat, el partido que vota junto a VOX en el Congreso. Una alianza curiosa.