Teodoro García Egea, el secretario general del PP, abanderó ayer a sus huestes en el pleno de constitución del Congreso de los Diputados y cosechó un sonoro varapalo. Con 89 diputados logró dos puestos en la mesa. Podemos, con sólo 35, consiguió tres. El resultado provocó una monumental bronca entre los tres partidos de la derecha, pero sobre todo entre los populares y Vox.
Ambos se echan la culpa pero, si se siguen bien las redes sociales, se descubre que el PP no hizo bien las cuentas. O sea, que Teodoro García Egea no las hizo bien. A las 9.45 de la mañana abrió un hilo en Twitter sobre el pleno. Su mensaje decía así "votándose a si mismo en la mesa, rechazando el acuerdo con Ciudadanos, Vox va a tener 0 miembros en la mesa. Y el centro derecha pierde". Todo su ánimo era desacreditar a la extrema derecha pero su bisoñez era patente. Votándose a si mismos, los de Vox tenían garantizada una vicepresidencia, cosa que el "reclamador de dimisiones" de los demás no vio. En el PP podrían aprovechar el amigo invisible de estas fiestas para regalarle una calculadora porque no va fuerte en sumas, pese a que es un ingeniero de brillante curriculum.