La sede de los populares en la calle Génova de Madrid es el epicentro de un terremoto de gran magnitud. La razón hay que buscarla en las últimas encuestas electorales que llegan a la sede del PP. Los populares tendrán una mejora sustancial con respecto a los resultados del 28A, pero se quedarán lejos de los ansiados 100 diputados.
La cosa se está enfriando y Vox saca pecho en cuatro provincias, situándose como primera fuerza de la derecha. Y no son precisamente una anécdota. La ultraderecha de Santiago Abascal se impone en Madrid, Barcelona, Sevilla y Murcia al Partido Popular de Pablo Casado que en estos días tendrá que decidir su estrategia: o moderación o porra.