Los independentistas más irredentos mantienen sin alterar la estrategia de afectar a la economía para impulsar el procés. Su gran objetivo son las carreteras y las vías ferroviarias, ya que consideran que “si no se rompe la economía, Europa ni nos mirará”. Este es el mensaje que se divulga para intentar orquestar un corte indefinido en la frontera franco-española.
El llamamiento de los CDR es claro, que a partir del próximo lunes 28 de octubre la entrada de Francia a Cataluña por la AP-7 quede de nuevo bloqueada. Pero en esta ocasión, de forma indefinida.
Cabe tener en cuenta que esta es la principal arteria de comunicación en el transporte de mercancías por el eje mediterráneo. También de personas. El reto de los independentistas es mantener la autopista cerrada hasta que se alce la república catalana.
A lo largo de la semana pasada la frontera de Francia tanto por la AP7 como por la NII, la vía alternativa, quedó cerrada. También sufrió bloqueos por las llamadas Marxes per la Dignitat que organizaron la ANC y Òmnium Cultural. En estas llegó a participar el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra.