A los altos cargos de la Generalitat se les llena la boca reclamando neutralidad a sus homólogos en instituciones públicas de la Administración central, pero en paralelo mantienen la agitación y la propaganda en los organismos que están bajo su control. Solo ante la amenaza cierta de las consecuencias penales que les lanzan los tribunales se avienen a cumplir con el ordenamiento jurídico.
La autodenominada Assemblea en Defensa de les Institucions Catalanes (Adic) ha sembrado las instalaciones de las consejerías de carteles llamando a la movilización de los funcionarios para que dejen sus puestos de trabajo en cuanto se conozca la sentencia del Tribunal Supremo contra los inculpados por los hechos de septiembre y octubre de 2017. En la fotografía adjunta se puede apreciar uno de esos pasquines en la Consejería de Agricultura, un departamento bajo la batuta de Teresa Jordà, conocida por sus exabruptos hacia España.