El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, remató la jornada del martes con una entrevista en que detalló la nueva oferta de gobierno de coalición que su formación mandó al PSOE. El líder del partido morado dejó claro que o se llega a un pacto con este tipo de alianza o se deberá ir de nuevo a elecciones y culpó del fracaso al actual presidente en funciones, Pedro Sánchez.
La respuesta de los socialistas no se hizo esperar. Respondió que la única opción es lo que ellos llaman gobierno progresista, sin incluir ministros designados por Unidas Podemos, o las urnas.
El bloqueo es evidente y llevó a un patinazo de Iglesias en la entrevista. A una pregunta sobre qué opción era la que se reclamaba desde la formación, su líder sentenció que sus bases “fueron consultadas y dijeron de forma clara que querían un gobierno de cooperación”, otra de las fórmulas que se había explorado durante la negociación y que no era análogo a la coalición que ahora se defiende a capa y espada.
¿Fue una invitación velada al PSOE para explorar otros caminos para iniciar la legislatura? Como mínimo, fue una mala pasada del subconsciente de Iglesias.