Gabriel Rufián ha roto con la madre de su hijo. Esa es la especie que circula por el Madrid político, que se hace eco a través de La Otra Crónica, el suplemento de El Mundo, de las sesiones de gimnasia del diputado republicano en el selecto gimnasio barcelonés Arsenal avanzadas por Crónica Global.
Sin embargo, el corazón del político ya tendría nueva dueña, según se dice en los pasillos del Congreso. Se trataría de la responsable de comunicación de un partido nacionalista vasco. El fragor de las negociaciones para la investidura frustrada de Sánchez, las trepidantes conversaciones entre partidos, los contactos a varias bandas y las luces del Madrid institucional habrían forjado la nueva relación del político catalán, una estrella emergente en el universo capitalino, el dirigente catalán de moda por su aparente moderación y "sentido de Estado" de que acaba de hacer gala.