La candidatura para las próximas elecciones autonómicas en Cataluña plantea serias dudas en ERC. Pere Aragonès representa con rigor a Oriol Junqueras, pero en la formación republicana han constatado en el pasado ciclo electoral que no es precisamente un político que suscite Aragonès grandes entusiasmos fuera del núcleo dirigente. En los mítines tiende a pasar desapercibido, a diferencia de compañeros como Joan Tardà o Gabriel Rufián, verdaderas estrellas en comparación con el grisáceo, según dirigentes de ERC, Aragonès.
En ERC dan por descontado que Carles Puigdemont volverá a presentarse a las próximas autonómicas y debaten sobre el candidato apropiado para hacer frente al "exiliado". Descartan a Roger Torrent, a quien consideran un personaje propenso a deambular por libre. Joan Tardà se niega a asumir el papel y se plantean la posibilidad de recurrir a Gabriel Rufián, el político peor valorado por los acérrimos de ERC y el mejor en los caladeros de voto no identitario de la izquierda en Cataluña por su espontaneidad y ausencia de corsés ideológicos. Se le considera la Rosalía de ERC, una apuesta personal de Junqueras que contra todo pronóstico ha encontrado un hueco en el devenir de la formación republicana.
Rufián, por tanto, suena para encabezar la lista de ERC en las autonómicas y hasta los más escépticos aceptan que liderar la candidatura no significa aspirar a la presidencia de la Generalitat, toda vez que las elecciones son para elegir el Parlament, no el Govern. Sea como fuere, Rufián será el cabeza de cartel de ERC en los actos de ERC de cara a las autonómicas. Aragonès, a lo sumo, un voluntarioso telonero.