Antonio Balmón, alcalde de Cornellà, está moviendo sus piezas para conformar el nuevo gobierno del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), liderado por el PSC. Los socialistas sólo necesitan tres votos para controlar el ente metropolitano, pero tras las tensiones de los pactos en la Diputación de Barcelona y con los números en la mano, los socialistas bajar el suflé e intentan un pacto múltiple para gobernar el ente, en el que se reservan el control de las áreas más importantes quedando la presidencia para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Históricamente, la presidencia siempre recae sobre la alcaldía de Barcelona y el PSC no ve “motivos para cambiar esta dinámica”.
Balmón, hasta ahora vicepresidente del AMB, ha asumido las riendas de la negociación en la que el PSC quiere formar una especie de gobierno de concentración, donde “todos los partidos que tienen alguna alcaldía tendrán presencia”, lo que en consecuencia deja fuera a PP y Ciudadanos, pero integrará a Comunes, ERC y JxC. Los partidos mantienen discreción sobre las conversaciones, pero nadie duda del acuerdo final. Los números, además, hacen más que posible un pacto en el que todos los grandes partidos estén representados.