Los caminos de la investidura de Pedro Sánchez son procelosos. Cada día se produce algún movimiento entre PSOE y Podemos, pero la gran adversidad, la composición del Gobierno, no se supera. Podemos quiere una coalición y los socialistas se avienen solo a incluir personas de las convergencias moradas o independientes.
El PSOE espera que Podemos se avenga a dar apoyo en la investidura y, como mínimo, se abstenga. Por eso, los socialistas presionan a PP y Ciudadanos para que también se abstengan. La triple abstención es ahora la reina de los cenáculos madrileños. PP y Cs la niegan, pero la posibilidad toma cuerpo. En el fondo, los socialistas se conforman con una sola abstención de estos dos partidos, pero juegan a triple. "El que se descuelgue, quedará en uan situación delicada", afirman.