Es la moto pija del líder de la CUP. Carles Riera, diputado de los antisistema en el Parlamento catalán, presume de un vehículo vintage de la coqueta marca Mash. Fue pillado el electo anticapitalista tomándose algo en la zona alta de la Ciudad Condal para después abandonar el lugar al volante de su motocicleta de gama media-alta.
Ha dado cuenta de ello Jaume Vives, cuyos seguidores han afeado que el diputado antisistema se mueva por el elegante bar El Quinto Pino, situado en el paseo de La Bonanova, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Al dejar el negocio con terraza, Riera lo hizo al volante de uno de los vehículos de la marca francesa, cuyos precios rondan los 5.000 euros por unidad, casi cinco veces el salario mínimo interprofesional (SMI).
Carles Riera ya sorprendió en 2016 al ponerse al volante --mercantil-- de Aczesible Turisme, una empresa de nuevo cuño que buscaba hacer negocio con los viajeros discapacitados en Cataluña. Llegó el nacimiento de su aventura empresarial en plenas críticas de la CUP al turismo en Barcelona y el resto de la autonomía, que se tradujeron incluso a ataques a un autobús turístico y la invasión de la zona monumental del Parque Güell por parte de Arran, las juventudes de los radicales.