Miquel Valls, el principal culpable del desaguisado en la Cámara de Comercio de Barcelona, aunque no el único, ha tomado la que puede ser su última decisión de relevancia al frente de la entidad: otorgar la medalla de oro de la institución al expresidente de la Generalitat José Montilla.
El acto se celebrará la próxima semana con el morbo de saber si asistirá Joan Canadell, el nuevo presidente y activista de la entidad con su nueva junta directiva y qué empresas asistirán. Sin duda, la medalla será un termómetro del estado de la situación. Por otra parte, Montilla se merece la medalla porque siempre estuvo al lado de las empresas catalanas y tomó la batuta en primera persona en aquellos momentos en los que la crisis empezaba a enseñar sus dientes, ocupándose de ella mucho antes que José Luis Rodríguez Zapatero.