¿Políticos bailando? Colau dice sí. La alcaldesa de Barcelona decidió el sábado que la ciudad la necesitaba moviendo las caderas en un acto contra Vox. Dicho y hecho. La munícipe subió al escenario y participó en un evento que llevaba como título En Barcelona, el amor gana al odio.
Imitó la primera edil de la capital catalana a Miquel Iceta cuando éste se marcó unos pasos de baile en campaña electoral. Con tres diferencias. Ella tiene una responsabilidad pública, el evento era contra un partido político a quien, por cierto, le había negado el uso de un espacio municipal, el Palau Sant Jordi, y cerca del acto de la formación verde se producían graves incidentes protagonizados por Arran y los CDR.