La exconsejera de Cultura Laura Borràs firmó el célebre manifiesto Koiné contra el bilingüismo porque considera que en Cataluña sólo se debe hablar en catalán, pues el castellano es un idioma impuesto por el Estado español.
En el mundo independentista es común la idea de que la emigración de los años 60 era una forma de colonización lingüística. Borràs, candidata de Junts per Catalunya para las elecciones generales, recibió en días pasados la invitación de La Vanguardia para asistir al debate de candidatos. Todos los partidos confirmaron a la cabecera del Grupo Godó su asistencia. Todos menos JxC, porque Laura Borràs se negaba a intervenir en el debate en castellano.
Hasta ayer domingo por la noche, La Vanguardia no recibió la confirmación de Borràs, que se negaba a asistir y que trataba de delegar en Ramon Tremosa. Tuvo que intervenir Albert Batet, jefe de campaña de las huestes de Puigdemont, para que Borràs diera el sí.
Sin embargo, algunas voces afirman que Borràs no quería acudir al debate no tanto por el idioma, que también, sino porque es manifiesta su mala preparación en temas económicos, pensiones, paro, infraestructuras, etc. Su tema sólo son los presos, los exiliados o la autodeterminación. El resto de los temas, simplemente, no existen.