ERC ha tomado la iniciativa presionando al Gobierno al presentar su enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, al tiempo que ha “roto la cintura” al PDeCAT que no había anunciado de forma definitiva la presentación. De hecho, la postura del PDeCAT ha venido mediatizada por el ultimátum de una semana lanzado desde el Parlament por el viceportavoz de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, que ha dado una semana de tiempo al presidente Pedro Sánchez para satisfacer sus demandas.
Sin embargo, la actitud de ERC nada tiene que ver con la actitud lenguaraz de Pujol. Antes de presentar su enmienda a la totalidad, los republicanos informaron a la vicepresidenta, Carmen Calvo. Desde Moncloa ni se confirma ni se desmiente si tenían conocimiento, pero se apresuran a desligar las “soluciones políticas sobre el diálogo de los Presupuestos Generales del Estado" en referencia a los políticos y su juicio en el Tribunal Supremo. A pesar de la dureza en las formas, parece que ERC no quiere destruir los puentes construidos en estos meses, algo alejado de las intenciones de JxC y de los más próximos a Carles Puigdemont.