El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, cumple el miércoles ocho meses en el cargo, un cargo al que no aspiraba y en el que no se encuentra a gusto. La prueba es que en este breve periodo ha delegado en el vicepresidente, Pere Aragonés, convirtiendolo en presidente en funciones por un tiempo que supera el mes.
Nunca un vicepresidente había asumido tanto tiempo la presidencia interina, pero la agenda internacional de Torra así lo exige porque cuando el presidente cruza la frontera española debe delegar. Lo cierto es que los viajes de Torra han sido del todo prescindibles. Incluso este ultimo a EEUU. "Ha dado una conferencia en un aula y se ha reunido con un alcalde", lamentan fuentes de la Generalitat que valoran la su última salida para añadir: "No se entiende esa actividad inocua". A este paso, Aragonés va a batir un record que será inalcanzable en un gobierno normal porque ningún otro presidente viajará tanto fuera de España para nada.