La sombra de unas elecciones sobrevuela el Parlament. Las relaciones no son ya malas, son de enfrentamiento. El botón nuclear lo tiene Quim Torra, con permiso de Carles Puigdemont y en ERC avisan por boca de Sergi Sabrià, portavoz de ERC en el Parlament, que califica el adelanto electoral como "un error garrafal".
ERC aboga por la estabilidad aunque el último pacto con JxC apenas duró 72 horas a pesar de la comparecencia conjunta de Torra y Pere Aragonés. La tensión subió ayer enteros con hashtags lanzandos desde Junts per Catalunya con #torrentdimisión, acusando a ERC de botiflers, y la petición de republicanos de que Puigdemont vuelva a España para votar. A pesar de las palabras de Sabrià, el 27 sigue siendo una fecha a tener en cuenta, igual que el 12 de octubre, día en el que el PDeCAT celebrará su consell nacional para ver qué camino toma.