La portavoz del Govern, Elsa Artadi, luce impecable en todas sus comparecencias, siempre con el preceptivo detalle amarillo en homenaje a los presos y residentes en el extranjero. A veces es un pin con forma de flor, otras con forma de lazo. Son escasas las imágenes de la consejera de Presidencia sin la insignia, que es de obligado uso para todos los miembros del Govern.
Pero Artadi no va todo el día por ahí con el lacito amarillo. Se lo pone para las ruedas de prensa y los actos públicos, pero se lo quita siempre que puede porque dice que le estropea la ropa. Un asistente se encarga de tener siempre a mano una insignia amarilla a disposición de las necesidades gráficas de la portavoz.