Pedro Sánchez ha tenido que ceder, y Carmen Montón presentar su dimisión. La crisis estalló el día 5 cuando periodistas de eldiario.es se reunieron la ministra para contrastar sus informaciones sobre el máster cursado en la Universidad Rey Juan Carlos.  Y la tarde de ese miércoles se reunió un comité de crisis para analizar la situación. La ministra dio las explicaciones, pero no convenció. Desde ese mismo momento, se activaron las alarmas en Moncloa instando al presidente a que le pidiera la dimisión. Sánchez se resistió. Exigió que Montón se explicase y le dio un voto de confianza. 

Montón se mantuvo en sus trece y tras la publicación de la noticia mantuvo su posición. A medida que avanzaba la jornada del lunes pasado, las voces críticas en el PSOE aumentaban. El martes, su gran aliado, José Luis Ábalos tuvo que salir en su defensa junto a la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra. Hasta ese momento nadie lo había hecho. La ministra acudió a la Cadena SER esa misma mañana con el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, algo insólito, lo que tampoco gustó a muchos asesores del presidente porque su presencia implicaba un apoyo explícito de Moncloa.

Ya por la tarde, en el Senado, el presidente le dio su respaldo: “Ha hecho un gran trabajo y lo seguirá haciendo”. Unas horas más tarde, Montón anunciaba su dimisión. Se había hecho público el plagio de su trabajo de final de máster. Sánchez se consideró engañado. La ministra había sido desleal. Aun así, la dimisión de Montón tiene un aspecto positivo, deja a Pablo Casado a los pies de los caballos.