Algunos ciudadanos no tienen reparos en que les vean limpiando la ciudad de los lazos amarillos con que algunos activistas del nacionalismo engalanan todo tipo de mobiliario urbano de Barcelona. Esta mañana, el señor que aparece en la fotografía arrancaba pacientemente --y protegido del sol con un sombrero de paja-- las cintas adhesivas que habían sido pegadas unos días atrás por una brigadilla indepe en el tramo de la Gran Vía situado entre los cruces de Serdenya y Sicilia.
A diferencia del voluntario aparentemente jubilado, los de la brigada iban en grupo y provistos de una escalera con la que llegar a farolas y postes --como el que se aprecia a la derecha de la fotografía-- para dificultar el trabajo de quienes prefieran librar a la ciudad de referencias políticas partidistas.