Fase autocrítica en Ciudadanos. El cambio de Gobierno ha sumido a la formación naranja en un notorio desconcierto. Se cuestiona sin demasiados ambages la estrategia de comunicación del partido, el tono de algunos de los mensajes de la campaña “España Ciudadana” y una cierta falta de frescura. Atrás han quedado los felices tiempos en los que un ataque en redes como el del naranjito se transformaba en un gol a favor.
La primera reacción de Albert Rivera ha sido encargar un casting para dotarse de un nuevo asesor de comunicación. Se busca perfil de gurú, una mezcla de Iván Redondo y Pedro Arriola con capacidad para interpretar encuestas, manejar redes y que tenga contactos en los demás partidos. Ciudadanos quiere un nuevo jefe o jefa de comunicación y gabinete con chispa y de cierto renombre.