Óscar Puente es el portavoz más inactivo de la política española. Desde que fue elegido portavoz del PSOE, el alcalde de Valladolid apenas ha ejercido este papel. Después de varias metidas de pata y resbalones que pusieron en entredicho la estrategia socialista, Pedro Sánchez lo ha ido apartando porque "cada vez que habla sube el pan".
Ayer no habló, escribió, pero volvió a subir el pan. 24 horas antes de que el PSOE registrara la moción de censura contra Mariano Rajoy tras la sentencia del caso Gürtel, Puente tuiteó que no había lugar a presentar la moción porque no se tenían los votos necesarios. Actuando de gurú y con previsión de futuro, tiene los días contados. De momento, suma otro resbalón a su carrera, que es todo menos ejemplar.