Cuentan en los mentideros políticos que Francesc de Dalmases, implicado en la trama sobre la supuesta malversación en la concesión de ayudas de CDC a la cooperación, se atrincheró ayer en el Parlament, en plena macrooperación policial, porque tenía miedo que le detuvieran.

El diputado de Junts per Catalunya comentó entre los suyos que allí, en la Cámara catalana, sería más difícil el arresto, que finalmente nunca se produjo. "No se atreverán a entrar", dijo el patrono de la Fundació CATmón, en el punto de mira de las subvenciones de la Diputación de Barcelona.

Dalmases apagó su teléfono móvil para estar ilocalizable.