Puigdemont no suelta el despacho
Pasa el tiempo y no tenemos fumata blanca en Junts per Catalunya para designar un candidato. Las negociaciones son complejas y un poco estrambóticas. El último rumor en el Parlament entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana es que Puigdemont quiere que no se ocupe el despacho del President en el Palau y que tampoco se dé ninguna utilidad al Salón Montserrat, antesala del despacho destinada a recibir autoridades y a los actos simbólicos.
El argumento es que si el presidente legítimo no puede ser elegido porque lo impide el Estado, lo lógico es que estas estancias “legítimas” no sean ocupadas. Situaciones curiosas y un poco esotéricas, ante las exigencias de un político que sigue deshojando la margarita. Una operación difícil porque Elsa Artadi se resiste a asumir la presidencia, quizá porque quiere tener las riendas de la formación del nuevo Gobierno. Por eso, en Junts per Catalunya se barajan algunos nombres más. Toni Morral, Josep Costa, Quim Torra, Eduard Pujol o Miquel Buch son los presidenciables de última hora en este cuento de nunca acabar.