La división en el movimiento independentista volvió a vivir un nuevo capítulo ayer noche. Tras el encarcelamiento a lo largo del día de la plana mayor de los líderes independentistas, llegaba el momento de activar las movilizaciones en las calles como respuesta. La ANC convocaba a los suyos a las ocho de la tarde en Plaça Cataluña, mientras que los Comités de Defensa de la República (CDR) optaban por adelantar la concentración una hora antes en Jardinets de Gràcia.
Ambas manifestaciones debían confluir a las nueve de la noche en la Delegación del Gobierno, ubicada en la calle Mallorca, donde se produjeron choques entre manifestantes y policías. Ante el desmadre generado, la ANC optó por desconvocar rápidamente la marcha vía Twitter y mensajes privados a los suyos.
Duras críticas en la red
Seguramente la mayor organización civil independentista quería desmarcarse y no hacerse responsable de las imágenes que se estaban difundiendo, que contrastaban con las habituales marchas pacíficas a las que están acostumbrados y de las que suelen alardear ante la opinión pública internacional.
Sin embargo, el tiro les salió por la culata, ya que los suyos se le tiraron rápidamente encima acusándolos de "traidores", "cobardes", o "inútiles", entre otros insultos que se podían ver en la red. En la misma linea, muchos tuiteros exigían a la ANC dar un paso atrás y ceder su testimonio a los CDR para que lideren el movimiento independentista en las calles.
Disputa por la hegemonía 'indepe'
Hay que tener en cuenta que, si bien hasta hace un año el monopolio de las concentraciones independentistas estaba en manos de la ANC –con el apoyo y complicidad de Òmnium Cultural–, el 1-0 dio lugar a la constitución de los CDR, que desde un primer momento han tratado de radicalizar las formas de las protestas. Así, esta organización –íntimamente ligada a la CUP–, se ha mostrado partidaria de realizar cortes de autopista, de lineas del AVE, o de enfrentarse directamente a la policía catalana.
Con la reciente contundencia mostrada por el Estado frente al movimiento independentista, no es de extrañar observar cómo éste se radicaliza, y falta por ver hasta dónde están dispuestos a llegar si son capitaneados por una organización pseudo-civil próxima a la CUP.
Este sábado hay una reunión clave de la ANC para elegir a su presidente, aunque seguramente los sucesos de ayer no pasarán por alto durante el cónclave. La entidad independentista vive un debate de fondo sobre los que defienden la prudencia y los que claman por la desobediencia, mientras observan cómo los CDR amenazan con poner fin a la hegemonía política que habían disfrutado hasta ahora.