La CUP llama a Laura Borràs “la quinta diputada” de su grupo (tiene cuatro), tal es la complicidad que la exdirectora de la Institución de las Letras Catalanas demuestra hacia las posturas de los antisistema durante las negociaciones para desbloquear la investidura.
Borràs, que formó parte de la lista de Junts per Catalunya, pertenece a ese núcleo neoconvergente partidario de la independencia unilateral. Se postula como futura consejera de Cultura porque, asegura entre los suyos, Carles Puigdemont así se lo prometió.
Borràs es de familia pudiente –es la hija del reputado doctor Antoni Borràs, jefe del Servicio de Urgencias y Medalla de Oro del Hospital Clínic de Barcelona—, algo que no es del todo incompatible con coquetear con la CUP, donde militan terratenientes y propietarios de negocios.
Entre las propiedades declaradas por la diputada de JxCAT figura el 50% de una vivienda valorada en 201.845 euros y dos vehículos, un Jaguar y un Toyota Yaris.