Los trabajadores del Servicio de Atención Domiciliaria de Barcelona están que trinan y se movilizan en contra de la última medida de la alcaldesa, Ada Colau. Para este colectivo, el equipo de gobierno de los Comunes en lugar de priorizar a la sociedad civil para dar el servicio lo ha privatizado por concurso. Sacyr y ACS se han hecho con el servicio que cuesta 55 millones de euros. Las empresas concesionarias cobran del Ayuntamiento de Barcelona 17,50 euros por hora de trabajo, mientras que los trabajadores cobran sólo 6 euros, lo que éstos califican como un “régimen esclavista”.
El Servicio de Atención Domiciliaria atiende a más de 22.000 barceloneses en situación de dependencia, riesgo social y vulnerabilidad temporal. El consistorio decidió cambiar el modelo para favorecer una atención integral basada en la proximidad y, sobre todo, mejorar las condiciones laborales. Por eso, los trabajadores se están movilizando con la intención de negociar un convenio colectivo. Seis euros la hora, y brutos.