El PDeCAT reúne a su consell nacional este domingo, y lo hace con mal ambiente. No cuestionarán a Jordi Sánchez, aunque no lo ven con entusiasmo porque "tiene fecha de caducidad", pero si cuestionarán a los negociadores de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, Eduard Pujol y Quim Torra. Los tres les dejan fuera de juego.
Las bases neoconvergentes están sublevadas porque ERC se está quedando con todo el poder. "Se quedan bienestar, sanidad y ahora educación; o sea, el 80% del presupuesto". Por eso, lanzarán sus dardos a los negociadores, porque "mucho hablar del poder simbólico de Bruselas mientras que en el gobierno ERC arrasa con todo. Hemos de cambiar el chip", afirman fuentes conocedoras del ambiente que se respira en el seno del partido de Marta Pascal.