Diez días después de haber presentado una queja por “ideologización” partidista de las instalaciones de la Filmoteca de Catalunya, el ciudadano en cuestión ha recibido la respuesta de la “jefa de administración” de la empresa pública. La contestación, como la reclamación, está escrita en castellano.
Tras recordar que se trata de instalaciones de la Conselleria de Cultura, la misiva explica que tanto la sede central del departamento, como otras dependencias –Palau Moja, Santa Mònica--, además de edificios de otras consejerías o de las corporaciones locales, “tienen colocados en sus fachadas pancartas similares y lazos amarillos”.
La carta, llena de faltas de ortografía, acaba señalando que no hay responsable directo de la colocación de lazos, sino que es "una acción voluntaria de expresión colectiva”. La funcionaria, que a buen seguro no estudió en la inmersión lingüística, porque de lo contrario escribiría un castellano perfecto, explica que no hay instrucciones desde los jefes, sino una movilización de abajo arriba, exactamente igual que el procés, vaya.