El Punt Avui ha llevado a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) por el que 90 trabajadores del periódico se quedarán en la calle, lo que llevará al cierre de la delegación de Barcelona. Los redactores que continúen en la plantilla realizarán el trabajo desde sus hogares, pues el modelo de teletrabajo lleva años implantado en el diario y ese es el modelo en el resto de delegaciones.
Actualmente, de las 21 sedes con las que contaba el diario El Punt Avui por todo el país, solo ha conseguido resistir la caída en picado aquella situada en la ciudad de Girona, aunque no sin sufrir numerosas bajas. Por lo que el cierre de la delegación de Barcelona se complementa con el traslado a Girona de todos los responsables del periódico que, si quieren seguir en la redacción, deberán hacerlo desde la urbe que vio nacer El Punt.
Medidas tomadas para frenar la caída de 'El Punt Avui'
Este ERE no ha sido el único sufrido por el grupo, puesto que Hermes Comunicacions ha firmado en lo que llevamos de año casi 45 bajas, lo que supone casi el 20% de la plantilla. Estos despidos, en su mayoría voluntarios, se han ejecutado de forma escalonada y en tres fases: en febrero se despidieron a 15 empleados, en marzo a 20 y a finales de junio salieron los últimos 10 trabajadores. Sin embargo, la situación no se ha quedado ahí y a esta cifra se ha sumado una treintena más, entre prejubilaciones y trabajadores que renunciaron voluntariamente durante este período.
Es el quinto ERE que aplica el grupo editorial desde la fusión de ambos periódicos, lo que ha reducido su plantilla a cerca de 180 trabajadores, un número muy alejado del que podía encontrarse a principios de 2018, cuando ascendía a 250. La indemnización acordada para los despidos, preavisados con un periodo de 15 días de antelación, asciende a 25 días por año trabajado con un máximo de 15 mensualidades, superando en este caso el mínimo legal. Como consecuencia de la difícil situación por la que atraviesa el diario catalán, la única sede que han conseguido mantener a flote ha sido la de El Punt Avui de Girona.
No obstante, Hermes Comunicacions se ha visto en la obligación de tomar otras medidas con el objetivo de salvar al periódico catalán. Aunque los despidos recibieron la aprobación de más del 75% de la plantilla, al personal no le quedó más remedio que aceptar también una reducción salarial del 4,5% en aquellas nóminas que superasen los 25.000 anuales. En un principio, se contempló una rebaja del 10% en el salario a los pocos trabajadores que quedasen en la redacción, para finalmente pactar la cifra actual. Por su parte, la empresa ha garantizado a los empleados que esta reducción salarial conseguirá revertirse pasado un año.
Los motivos económicos, desencadenantes de la caída de 'El Punt Avui'
Con el ERE y con el cierre de la emblemática sede barcelonesa acaba una etapa en el diario que hace unos años se expandió desde Girona hasta Barcelona con la compra del Avui. El grifo de la Generalitat se ha cerrado y las subvenciones actuales no son suficientes para mantener una estructura que ha estado al servicio del proceso soberanista. De hecho, el cierre del El Punt Avui de Barcelona ha significado la pérdida de entidad del primer diario editado en catalán tras la Guerra Civil, que ahora es una marca más al lado de El Punt.
Durante años, el periódico de Hermes Comunicacions ha recibido subvenciones por parte de la Generalitat de Cataluña que permitieron seguir adelante con el diario catalán. Solo en 2016, El Punt Avui recibió cerca 2,83 millones de euros en publicidad institucional que se suman a los más de 30 millones gastados por el Govern en anuncios y a los 7,5 millones dirigidos a ayudas a los medios con publicaciones en catalán. Suponiendo el 19% de todos sus ingresos, estos fondos han permitido al periódico mantener unos beneficios adecuados durante la crisis.
La aplicación del artículo 155 ha provocado la congelación de las campañas de publicidad institucional de la Generalitat que esta insertaba en los diversos medios catalanes con el fin de crear boletines afines a sus ideas independentistas, como ocurría con las noticias de El Punt Avui. Además, la compra de ejemplares al grupo por parte de la Generalitat destinados a las Administraciones y empresas públicas suponía un ingreso de 8,2 millones. Las pérdidas de estos ingresos han terminado perjudicando a El Punt Avui más que al resto de periódicos del grupo.