Xavier Vilamala ha sido alcalde de Sant Hipòlit de Voltregà desde hace diez años y medio, aunque ocupa la silla de concejal desde hace 20 años. Nunca cobró del consistorio. Hoy dejará de ser alcalde tras un acuerdo entre ERC y PDeCAT. Le ofrecieron seguir al mando del ayuntamiento si abandonaba su militancia en el PSC. Se negó y hoy, a pesar de la huelga general, los dos partidos independentistas lo echarán con una moción de censura.

Hace un año, el PDeCAT presentó una moción en el pleno de Sant Hipòlit reclamando que el ayuntamiento dejara de pagar el sueldo a los funcionarios no independentistas. Se montó un escándalo. Ahora, el PDeCAT estará en el equipo de gobierno y Vilamala continuará en el ayuntamiento, desde la oposición.

Su hermano gemelo es alcalde del vecino pueblo de Les Masies de Voltregà. No lo pueden echar porque tiene mayoría absoluta. Los independentistas de la zona consideran que es “una anomalía” que los dos pueblos de la subcomarca del Voltreganès tengan alcalde socialista. Uno al menos seguirá, el otro pasará a la oposición por negarse a renegar de su militancia política y de sus principios. Es lo que tiene ser socialista en tierra “indepe”.