Fluidra, de Sabadell, fabricante de maquinaria para piscinas, ha suscrito un magno acuerdo con la compañía norteamericana Zodiac para fusionar sus negocios. El grupo resultante se erige en líder mundial de su sector, con ventas de más de 1.200 millones repartidas por 150 países.
Es sin duda una buena noticia para Cataluña, en estos tiempos aciagos de fuga masiva de empresas. El presidente de la entidad, Eloi Planes, separatista reconocido, está de enhorabuena.
La nueva estructura de capital otorga al fondo neoyorquino Rhône Capital el 42% del nuevo gigante, frente al 29% que corresponde a los accionistas históricos de Fluidra y otro 29% que se mueve en bolsa.
De ello se infiere que quienes mandarán en última instancia son los norteamericanos, y no Planes, a pesar de que la empresa ha vendido en sus comunicados que el empresario catalán seguirá empuñando la batuta suprema. Planes queda en minoría. Por consiguiente, habrá de extremar las cautelas y reprimir sus veleidades independentistas.
Los estadounidenses han invertido en Fluidra para obtener beneficios y abominan de todo avatar de orden político que ponga en peligro su dinero. Nada digamos de su alergia a los delirios golpistas que vulneran flagrantemente capítulos enteros del código penal.
Lo único que interesa a los socios norteamericanos es la rentabilidad del negocio. Todo lo demás les importa un bledo.