O la Casa Real se cubrió de gloria identificando a los invitados a la recepción del 12 de octubre, o algunos periodistas hacen de su profesión una vergüenza. Una de las invitadas, que ha sido identificada como la estilista de la Reina, Eva Fernández, pasó a ser el centro de atención por su vestido. Las críticas iban desde que emula a la reina Letizia a que el bolso que llevaba era demasiado caro.

Sin embargo, la tal Eva no es la persona que aparece en las fotos de Vanity Fair, El Mundo, Hola o Semana. La susodicha señalada como la estilista de la Reina es una periodista de La Razón que fue a cubrir el acto. El bolso era grande porque llevaba su libreta, su ordenador, su grabadora y los artilugios habituales.

Ainhoa Martínez, la periodista en el centro de las críticas, fue enviada a Palacio en sustitución a su compañera que cubre Casa Real , que se ha casado recientemente y no pudo asistir. Ahora ha pasado al estrellato porque algunos periodistas han hecho mal su trabajo. Mientras, en la Casa Real, reina el silencio. Tiene tela. Ciertamente, ver para creer.